Ahora que estoy dentro
Ahora que estoy dentro, me acuerdo del «busco lo que surja». Sabía perfectamente lo que iba a ocurrir, pero había que darle interés a la situación y no quedar como un simple cerdo que solo busca follar.
Ahora que estoy dentro, siento que la misión está cumplida. Llevo un año viendote en la calle, en el gimnasio, hasta me he apuntado a tus mismas clases de cocina para que te fijes en mi. Pero nunca dio resultado. Un chico del montón con gafas y camisas de cuadros. Tú un Adonis de gimnasio, músculos esculpidos y mentón perfecto con barba de unos dias.
Ahora que estoy dentro pienso que es lo que pasó por tu cabeza para que decidieras hablarme, escribirme y enviarme tu foto en el espejo abierto de patas y rogando que te de caña.
Ahora que estoy dentro no quiero que esto termine y me convierta en un número más que pasa por tu cama.
Ahora que estoy dentro conozco tu calor, tu olor, tu sabor. Y me encanta. Perfecto en el exterior, perfecto en el interior. Te tengo en mi poder. Tu me das la espalda y yo puedo hacer lo que quiera contigo.
Ahora que estoy dentro, no quiero salir, tampoco de tu vida. Pero ya no estoy dentro.
Ahora que estoy fuera, siento un vacio. Después de conocer el cielo vuelvo a la tierra.
Ahora que estoy fuera, espero a que des el primer paso no quiero condicionarte. Estamos en tus manos.
Ahora que estoy fuera, me miras, te miro y tengo la incertidumbre de qué va a pasar. Y de tus labios carnosos, con voz grave suena un: ¿repetimos?
Ahora que estoy fuera, me miras, te miro y tengo dudas de qué va a pasar. Ahora que estoy fuera, oigo tu mensaje: ¿repetimos? Ahora que estoy fuera no se cómo reaccionar y pienso si lo has dicho realmente o ha sido mi cabeza diciéndome lo que quería oir.
¿Qué te ha parecido?